La OCV insiste en la importancia de la prevención de enfermedades como la rabia o la leptospirosis a través de la vacunación
La rabia y la leptospirosis son dos enfermedades que pueden transmitirse de forma directa de los perros a las personas. Por ello la Organización Colegial Veterinaria (OCV) insiste en la importancia de su prevención a través de la vacunación.
“La cura más efectiva para una enfermedad es, sin duda, la prevención” aseguran desde la OCV, ya que “un plan vacunal correcto y adaptado a cada animal es esencial para mantener tanto a nuestras mascotas como al resto de la familia y a la sociedad a salvo de estas y de otras muchas enfermedades, puesto que todos compartimos una única salud”.
Además, inciden en la importancia de “llevar a cabo revacunaciones anuales de los animales de compañía, siempre siguiendo las indicaciones del veterinario y atendiendo a las necesidades de cada animal según la especie, la edad y las características del lugar en el que reside”.
Incremento en la incidencia de leptospirosis
En España se ha producido un incremento de la incidencia de la leptospirosis en los últimos años. La vacunación frente a esta enfermedad no es obligatoria a pesar de tener cerca de un 50% de mortalidad en los perros que la contraen y provocar graves consecuencias en las personas que la padecen, pudiendo incluso llegar a causar su muerte si afecta al hígado, los riñones o el sistema nervioso.
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Leptospira. La pueden transmitir roedores, perros, vacas y otros animales silvestres, por contacto directo o indirecto con la orina, principalmente, de roedores infectados. La bacteria también se puede contraer a través de la comida o el agua contaminada, a través de lesiones de la piel, o de las mucosas de ojos, nariz y boca.
Los veterinarios, ganaderos, agricultores o personas que conviven con perros tienen mayor probabilidad de contraer la enfermedad. Sin embargo, no solo ellos están en riesgo. Las familias, y principalmente los niños que juegan en los parques o jardines donde un perro infectado ha podido orinar, están expuestos a este riesgo.
Prevenir enfermedades en los animales de compañía es una responsabilidad conjunta de los veterinarios y los propietarios para salvaguardar a las mascotas y garantizar la salud pública.