El Consejo Regional de Veterinarios de Canarias realiza balance de sus actuaciones durante el estado de alarma
El Consejo Regional de Colegios Veterinarios de Canarias es absolutamente consciente que esta crisis sanitaria y económica ha sido y sigue siendo muy grave, pero por ello destaca que ante la pandemia el colectivo veterinario, como profesionales sanitarios, ha estado presente en todo momento sin dejar de prestar sus servicios a la ciudadanía y atenciones sanitarias a sus animales, pese a los riesgos que especialmente corrían por la falta de material. Por ello, los dos colegios de veterinarios del archipiélago expresan su total reconocimiento a los profesionales y tratarán de seguir trabajando para ayudarles en la medida de lo posible en su labor.
A principios del pasado mes de marzo, ante las noticias contradictorias que se recibían sobre el alcance real de la pandemia, ambos colegios decidieron reforzar su actuación conjunta y colaboración ante la crisis, lo que permitió entre otras cuestiones adoptar anticipadamente las medidas necesarias para mantener la actividad y servicios colegiales por medios telemáticos, realizando incluso un simulacro en tal sentido antes del estado de alarma. Así, fue posible continuar la actividad sin incidentes de relevancia y sin suspensión de ningún servicio,
Una vez vigente el estado de alarma y ante la profusa normativa dictada en tan poco tiempo, los colegios remitieron numerosas aclaraciones e interpretaciones jurídicas sobre el alcance de las distintas normas del estado de alarma, en cuanto desplazamientos, actividades esenciales, documentación necesaria... tanto individualmente a los colegiados que lo requerían como de forma colectiva, así como informes detallados sobre las medidas legales en ámbitos como los ERTE y medidas socio-económicas, entre otras.
Protocolo de actuación con recomendaciones
En el mismo sentido, se elaboró desde el inicio un protocolo de actuación con una serie de recomendaciones para la actividad de los centros veterinarios, con indicaciones para trabajar con garantías y seguridad, junto a unas infografías con información sobre el uso obligatorio de mascarillas y el mantenimiento de la distancia social, muy útiles para exponer ante los clientes.
Respecto a la carencia sobrevenida de material sanitario en la atención humana, ambos colegios pidieron y obtuvieron la colaboración de muchos centros veterinarios y demás colegiados para elaborar un inventario de material sanitario y de protección, disponible para ser entregado a las autoridades sanitarias si hubiera sido preciso. La falta de material sanitario y de protección también alcanzó al colectivo veterinario, lo que hizo necesario adoptar diversas medidas por parte del Consejo Regional para facilitar en las web colegiales el contacto de distintos distribuidores de material, como mascarillas, pantallas de protección, guantes o vinilos.
Facilitar material de protección básico
Ante la continuidad de la situación de escasez en las islas de diverso material de protección sanitaria, especialmente de mascarillas tipo FFP2/KN95-99 durante la fase más aguda de la crisis, con un mercado internacional muy inseguro y cambiante, los dos colegios canarios aunaron esfuerzos para adquirir este tipo de mascarillas y distribuirlas gratuitamente entre los más de 1.500 colegiados al menos para paliar la situación hasta la normalización del mercado. Es por ello que hay que agradecer la desinteresada colaboración de dos de los distribuidores habituales de productos veterinarios, Impocán y Zootecnia, así como a los establecimientos veterinarios que también participaron en tal distribución. También se recibió una donación de pantallas de protección facial, una de ellas por MSD Animal Health y el Consejo General, que fueron repartidas entre los colegiados/clínicas.
La crisis sanitaria también ha conllevado una importante crisis económica, por lo que el Consejo Regional acordó diversas medidas de índole económica para ayudar a los colegiados, como la condonación de una parte o la totalidad en algunos casos, de los costes de envío del material adquirido por los colegiados, aplazando la facturación de dicho material en dos meses, o subvencionando la cuota colegial del segundo trimestre del año a todos aquellos compañeros que se hayan visto incluidos en un ERTE, cesado en su actividad económica o hayan tenido una disminución importante de sus ingresos.