El doctor Alfredo Fernández impartió un curso sobre maltrato animal

COLEGIO DE LAS PALMAS

El doctor Alfredo Fernández impartió un curso sobre maltrato animal

ALFREDO FERNÁNDEZ
Alfredo Fernandez y Candelaria Montesdeoca, vocal de la Junta Directiva del Colegio de Las Palmas.
COLEGIO DE LAS PALMAS

El doctor Alfredo Fernández Álvarez, perito del CGCVE y miembro de la Comisión Nacional de Bienestar Animal de la Organización Colegial Veterinaria, impartió el pasado 18 de mayo un curso sobre 'Elementos básicos del maltrato animal en la clínica veterinaria' en la sede del Colegio de Veterinarios de Las Palmas. 

El objetivo del curso fue “tratar de sensibilizar al veterinario clínico de la responsabilidad que tiene frente a situaciones compatibles de maltrato animal en su ejercicio cotidiano, así como contribuir a la identificación de estos comportamientos en el acto veterinario, logrando trabajar eficazmente frente a esta lacra social”. 

Para ello, es necesario definir con claridad los conceptos fundamentales relativos a toda la problemática relacionada con la violencia y crueldad animal. “En la actualidad, el número de casos con pruebas o evidencias compatibles, o al menos sospechosas de actos de violencia contra los animales, en las consultas veterinarias se ha incrementado significativamente”. 

El rol que el veterinario debe asumir ante estas circunstancias demanda una formación específica, tanto en el área científica como en el ámbito legal. “Es necesario dotarle de los conocimientos básicos en el área forense, así como de las herramientas necesarias en su formación continuada, con el objeto de identificar y atender convenientemente estos casos que afectan gravemente a la salud de los animales y que pueden indicar, también, otras formas de violencia en los ámbitos interfamiliares con graves consecuencias sobre las personas”.

 El veterinario y sus equipos profesionales se sitúan en la primera línea de lucha frente el maltrato animal. “La creación de procedimientos y protocolos básicos de identificación de posibles formas de abuso y violencia sobre los animales en las consultas veterinarias es imprescindible, permitiendo su identificación y comunicación a las autoridades correspondientes”.

“Es una tarea compleja fundamentada en la recopilación y gestión rigurosa de todas las pruebas que intervienen en estos procedimientos con implicaciones adicionales para el facultativo, tanto de tipo profesional como personal, teniendo en cuenta que todas estas situaciones tendrán una proyección en el ámbito legal donde se dirimirán las responsabilidades de tipo personal”.

El establecimiento de técnicas de estudio y análisis forenses veterinarios básicos de los posibles casos de maltrato animal, junto con la elaboración de los informes escritos donde se recojan todas las conclusiones y sus fundamentos, constituye otro del curso. 

Los protocolos deben destacar por su rigor y precisión científica, pero al mismo tiempo deben dotarse de una importante capacidad de comunicación, “pues serán compartidos por profesionales formados en distintas disciplinas, muchas de ellas alejadas del ámbito sanitario. Estos informes deben cumplir convenientemente su función, por lo que deben ser eficaces”. 

Las guías de actuación frente al abuso y la violencia animal tienen que ser prácticas, “facilitando su incorporación eficaz en el ejercicio clínico cotidiano, guiando a los veterinarios en sus actuaciones sanitarias, tanto en el reconocimiento de las lesiones no accidentales propias del maltrato animal como la gestión de todos los medios de prueba, haciendo especial referencia a su identificación, registro y conservación, con el objeto de elaborar los informes veterinarios necesarios para su comunicación a las autoridades correspondientes”.

El objetivo deseable del curso es que el veterinario incorpore en sus procedimientos de diagnóstico diferencial habituales la posibilidad etiológica del maltrato animal como causa de análisis de las distintas lesiones que pudiese atender. “De esta forma, su actuación sería más completa y contribuiría a mejorar el bienestar y la salud de los diferentes animales que pasan por sus consultas cotidianas. Trasladaría a la sociedad un importante nivel de implicación en la protección animal, mostrando su compromiso decidido frente a todas las formas de maltrato”.

Por otro lado, la lucha contra el maltrato animal es una obligación profesional recogida en el Código Deontológico Veterinario, por lo que debería considerarse no como una actuación de tipo discrecional en el trabajo del veterinario, sino como un deber dentro del ejercicio profesional habitual. “La lucha contra el maltrato animal es un deber del veterinario. Su relación con los animales y su formación le sitúan en una posición excepcional para liderar todas las acciones contra esta grave problemática”.

El curso está referenciado fundamentalmente al ámbito de los animales de compañía y más concretamente a las especies canina y felina, “debido a nuestra formación profesional, dedicada a esta área del ejercicio durante más de treinta años de servicio”. 

“De cualquier forma, entendemos que los principios fundamentales que proponemos pueden extrapolarse con eficacia a otros ámbitos del maltrato animal, como el que se puede producir en el área de dedicación profesional de los especialistas en équidos, así como a los que trabajan con los animales de granja o producción, o el que nos podemos encontrar en otras especialidades como las que atiendan a los animales exóticos, cada día más frecuentes, o incluso, entre algunas situaciones especiales en las que se pueden ver implicadas determinadas especies de nuestra fauna salvaje”.

Toda la descripción de las diferentes situaciones de maltrato animal tiene como objetivo fundamental estimular al veterinario para su identificación en el desarrollo de sus juicios diagnósticos, adaptando todos los procedimientos a los medios habituales existentes en este tipo de servicios sanitarios. “Por tanto, tratamos de llegar y alcanzar a la gran mayoría de los veterinarios para mejorar su formación, estimulándoles en un área tan sensible como la que nos estamos refiriendo”. 

“Estimamos que solo existe una forma de maltrato global, aunque puede presentar distintas expresiones, considerando una de ellas la que afecta a la salud y el bienestar de los animales. Es un fenómeno complejo que puede ser reconocido en diferentes áreas pudiendo extenderse a otros ámbitos si no los identificamos y atendemos precozmente; por ejemplo, la violencia, la crueldad y el abuso animal pueden tener un carácter predictivo de otras formas de maltrato que pueden afectar a las personas como el maltrato infantil, de género, familiar, geriátrico o, entre otros, de personas dependientes”.

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