Celebrada la Jornada “Cómo sobrevivir siendo una clínica independiente. Estrategias de gestión, ¿Cuál es la tuya?”
El pasado 13 de marzo tuvo lugar en la sede del Colegio de Sevilla la Jornada “Cómo sobrevivir siendo una clínica independiente. Estrategias de gestión, ¿Cuál es la tuya?”, segunda parte de la formación impartida el día 8 de marzo sobre “El ejercicio de la profesión veterinaria como actividad económica”, cuyo objetivo fue tratar diferentes aspectos de la clínica veterinaria como modelo de negocio. La charla informativa contó con una gran afluencia ya que logró reunir a más de 50 veterinarios .
La Jornada fue presentada por Juana Mª Garrido, vocal de pequeños animales del ICOV de Sevilla, que destacó “la importancia de conocer la situación del mercado para saber cómo tener y mantener una clínica veterinaria”.
La Jornada fue impartida por Ignacio Mérida Isla y José Hilario Martín, veterinarios consultores en Alquimia Innovative Veterinary Management Solutions, con una amplia experiencia en la clínica de animales de compañía y en la gestión de centros veterinarios.
José Hilario comenzó hablando de las grandes verdades y mentiras que oímos a diario en relación a la clínica veterinaria. “Es verdad que es buena la especialización en nuestra clínica, pero es mentira que debamos ser los mejores y esto nos beneficie si no conocemos el bien modelo de negocio. Siempre se ha dicho que es bueno que tengamos muchos clientes, pero debería ser mejor buscar tenerlos mejores, o incluso es primordial que ofrezcamos siempre la máxima calidad, pero debemos tener en cuenta que el concepto de calidad va a depender de la percepción particular que tiene cada cliente de ésta”, matizó.
Y estableció las 4P a tener en cuenta en el análisis de un modelo de negocio: Productividad, Precariedad, Prevención y Beneficio (Profit). “Según las estadísticas, entre el año 2008 y 2014 la productividad por veterinario cayó un 21%. Además, en España, la media por persona está muy por debajo de los 9.000€ (base imponible) y en los últimos años sabemos que la productividad de nuestros negocios está disminuyendo. Este hecho debe ser objeto de una gran reflexión”.
Hilario Martín comentó que “tenemos un exceso de precariedad en el sector. En el año 2014, el 59% de las empresas veterinarias estaban formadas por sólo una persona, el 0.3% contaban con más de 20 empleados y, en 2015, el salario medio de los trabajadores en actividades veterinarias era de de 1.000€; En cuanto a prevención, tenemos un déficit. En 2015, el 40% de los hogares españoles tenía al menos un animal de compañía. En España contamos con unos 5 millones de perros y 2 millones de gatos y, aproximadamente, 5.350 centros veterinarios (Fuente VMS).” En cuanto a los beneficios (profit), el ponente planteó una serie de preguntas con el fin de debatir y replantearnos determinadas cuestiones administrativas: “¿conocemos nuestro BAIT/EBIDTA real? ¿Cómo lo calculamos? ¿Qué salario nos imputamos? ¿El local es propiedad? ¿Nos imputamos el alquiler? ¿Conocemos la productividad por veterinario en nuestro centro? ¿Conocemos lo que nos cuesta el minuto o la hora de un veterinario?”, cuestiones interesantes e imprescindibles a la hora de gestionar con éxito un centro veterinario.
Bajo el concepto “omnia in bonum”, que viene a ser “todo lo que me sucede”, los ponentes quisieron transmitir que “hoy más que nunca, gestionar el cambio es una imperiosa necesidad y no hacerlo es un suicidio. Para ello hay que aprender a aceptar la incertidumbre como parte del juego y desarrollar la flexibilidad, la creatividad, la innovación y el esfuerzo permanente de lo comportamientos del cliente para hacer frente”.
A continuación, Ignacio Mérida abordó los modelos de negocio y aquellas acciones que debemos tener en cuenta para valorar si un centro veterinario es rentable o no. “Es muy importante conocer las distintas herramientas que nos permiten conocer el negocio y gestionar de forma correcta una clínica veterinaria. Estimamos que la clínica veterinaria es una parte muy pequeña del negocio relacionado con las mascotas, aún siendo la parte que tiene mayor valor, mayor productividad y, en cambio, es la que tiene menores beneficios. Existen otras líneas de negocio aparte de la clínica propiamente dicha que contribuyen al modelo de negocio en el que nos encontramos, como son la alimentación, la peluquería, el laboratorio, los planes de salud, los seguros, los distribuidores, los medicamentos, la tienda… entre otros, y que debemos tener en siempre en cuenta”, aclaró Mérida Isla.
A medida que avanzaba la ponencia y se iban aclarando diferentes conceptos, se pudo tratar la importancia de tener un plan escrito con la inversión y los incentivos para la empresa para los próximos 3 o 5 años. Ignacio Mérida trató diversos aspectos que influyen de forma directa tanto en la rentabilidad como en la propia evolución del negocio a medio y largo plazo. “Es importante plantearse por qué adquirimos unos determinados productos para nuestro trabajo diario y no otros. En ocasiones usamos la evidencia científica, valoramos el precio más competitivo o el más caro, nos dejamos aconsejar por nuestro proveedor habitual porque confiamos en su experiencia o por los beneficios asociados a la compra. Todos los aspectos debemos analizarlos y tenerlos en cuenta ya que afectan a la calidad del funcionamiento diario y a la obtención de beneficios por nuestro trabajo”, concluyó.
Durante 1 hora y media pudimos debatir sobre diferentes aspectos a tener en cuenta en la gestión diaria de la clínica veterinaria para poder rentabilizar al máximo nuestro negocio, además de la necesidad de seguir formándonos en el ámbito tanto legal como corporativo para tener éxito como empresarios.