Entrega de distinción de Honor por parte de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao a la Veterinaria Angélica Orue Zubiaur
Con la Asistencia de la Junta del Colegio de Veterinarios de Bizkaia, la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao conmemoró el pasado Jueves, 14 de junio en la Biblioteca de Bidebarrieta su 123 Acto Institucional correspondiente al curso 2017-2018.
En el mismo se realizó la entrega de distinción de honor en las especialidades de Veterinaria, a Angélica Orue Zubiaur, Colegiada del Colegio oficial de Veterinarios de Bizkaia.
Durante la entrega de la distinción se hizo mención a la dilatada trayectoria profesional de nuestra colegiada, siendo ella una de las primeras mujeres veterinarias vascas.
En el evento se contó con la asistencia de ilustres personalidades correspondientes al área de la salud, colegios profesionales de Bizkaia, así como representantes políticos de diferentes ámbitos municipales así como gubernamentales.
ANGÉLICA ORUE ZUBIAUR
Reseña de la galardonada elaborada por
Francisco L. Dehesa Santisteban
Angélica Orue Zubiaur es una de las primeras mujeres veterinarias vascas. Y cualquiera que conozca su ascendencia podría pensar que nada más lógico en su caso que estudiar veterinaria.
Nieta, biznieta y sobrina de veterinarios, su familia, tanto por rama materna como paterna, hunde sus antecedentes profesionales en el noble arte liberal de la Albeitería. Por eso herradores, albéitares y veterinarios jalonan su árbol genealógico.
Sin embargo, ella dice que debe su afición a la veterinaria sobre todo a su madre, quizás pesarosa aquella de no haber sido ella quien diera el salto a una profesión tan vinculada en otros tiempos al género masculino.
Nació en Llodio el 26 de noviembre de 1926, hija de Luis Orue, herrador y de Dulce María Zubiaur, quien era hija del veterinario alavés Tomás Zubiaur Cosmen. Tras finalizar el Bachiller en Vitoria-Gasteiz, cursó la carrera en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza (Promoción 1946-1951).
Todavía era rara la presencia de las mujeres en las aulas de las facultades de veterinaria, y en su curso Angélica estuvo acompañada por Elena Respaldiza, hija del catedrático de aquella facultad Don Eduardo Respaldiza Ugarte.
Es diplomada en Sanidad y en Tipificación e Inspección de productos lácteos. Además, es especialista en Aplicaciones de los Radioisotopos en Biología Animal y Veterinaria.
Finalizados sus estudios, realizó prácticas en el Laboratorio del Servicio de Zootecnia del Patronato de Biología Animal, en Madrid, con el gran zootecnista español Carlos Luis de Cuenca, trabajando en nutrición para aves y en la mejora de la calidad de las lanas.
Más tarde, entre 1955 y 1963, se dedicó a la enseñanza como profesora de Ciencias de la Naturaleza en el Instituto Canciller Ayala de Llodio, simultaneando esta actividad con su trabajo como veterinaria en una granja de Arakaldo (Bizkaia). Mantuvo su actividad docente durante buena parte de su larga estancia en Canarias, de 1963 a 1970, en distintos institutos de la isla de Gran Canaria.
Tras su dedicación a la enseñanza en Llodio, en 1963 se trasladó al municipio de Moya en la provincia de Las Palmas de Gran Canaria y más tarde a Las Palmas, de 1964 a 1977. Allí ejerció todas las funciones asignadas a las jefaturas provinciales de inspección veterinaria, en relación con la seguridad alimentaria y la salud pública en general.
Realizo amplios estudios sobre residuos de mercurio y metales pesados en los productos de la pesca. En las Palmas vivió, trabajo y compartió anhelos y temores con María Elisa Álvarez Obaya, farmacéutica asturiana que había descubierto en el municipio lanzaroteño de Hiria la presencia de alcohol metílico en las bebidas alcohólicas, que habían causado una intoxicación mortal con varios fallecidos, en lo que se llamó el caso del metílico. También fue jefa de protección civil en Las Palmas.
En diciembre de 1977 se trasladó a la Jefatura de Sanidad de Bizkaia al haber aprobado las oposiciones restringidas de veterinarios titulares. Recién llegada a Bilbao, en 1978, asistió a la plaza de toros de Vista Alegre como veterinaria nombrada para el reconocimiento de caballos, siendo la primera mujer con funciones oficiales en aquella plaza.
El 19 de septiembre de 1986 ocupó la Jefatura de la Sección de Sanidad Exterior, adscrita a la Unidad Administrativa del Departamento de Sanidad de la Administración Central en Bizkaia, puesto en el que se jubiló en 1991.
Fue una activa participante de la vida del Colegio Oficial de Veterinarios de Bizkaia, del que fue nombrada presidenta de honor en 2002, por haber sido la primera veterinaria de la que había constancia de su colegiación, aunque más tarde se descubriera que le habían precedido dos veterinarias, Luz Zalduegui Gabilondo en 1937 y Dulce María Barrios, en 1949. Pero en estos casos fueron estancias fugaces y se puede afirmar, por tanto, que Angélica Orue fue la primera veterinaria con actividad profesional estable en Bizkaia, y una de las primeras mujeres veterinarias de Bizkaia y el País Vasco,
Angélica Orue fue una pionera, y así se le ha reconocido en múltiples instancias. Hoy, la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao se suma a esos merecidos reconocimientos.
Zorionak eta mila esker Angelica!