Javier Lucientes: El cambio climático está favoreciendo la supervivencia de los vectores
Javier Lucientes, doctor en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza y catedrático de Parasitología y Enfermedades Parasitarias del Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, es actualmente el coordinador del Programa Nacional de Vigilancia Entomológica de Lengua Azul y otras enfermedades de transmisión vectorial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente, y del Programa de Vigilancia Entomológica en aeropuertos y puertos frente a vectores importados de enfermedades infecciosas exóticas y de potenciales vectores autóctonos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El 27 de enero ofreció en el Colegio de Veterinarios de Las Palmas un curso sobre “Nuevas amenazas para la salud global (One Health): las enfermedades transmitidas por vectores”. “Hemos tratado de actualizar los conocimientos, sobre todo lo que son enfermedades transmitidas por vectores, por insectos y ácaros. Algunos conceptos han ido cambiando en los últimos años y también hemos hablado de algunas enfermedades emergentes no solo de veterinaria sino del zika, chikungunya, dengue y fiebre amarilla, por la repercusión que tienen sobre las personas”.
Lucientes afirma que “el vector de estas enfermedades es una especie de mosquito que conviene conocer porque también puede causar molestias en los animales domésticos, aunque realmente las enfermedades citadas las sufren las personas. Hablamos de los vectores y la transmisión de enfermedades veterinarias por insectos”. Lucientes coordina un programa de vigilancia de vectores importados e invasores en puertos y aeropuertos y del mosquito tigre en España por encargo del Ministerio de Sanidad.
“Como una de las zonas donde hacemos un trabajo muy detallado y exhaustivo es Canarias, es interesante explicar el trabajo que se está haciendo. Incluso algunas de las personas que han venido al curso están colaborando en la vigilancia de vectores importados. Hay que vigilar la presencia de estas enfermedades y prever los métodos de control de estos insectos para evitar la transmisión de las mismas”.
-Canarias tiene una importancia geoestratégica por su situación cerca de África y por ser una encrucijada entre continentes.
-Sí, claro. Y además uno de estos mosquitos invasores, el Aedes aegypti, está ahora en plena expansión y se encuentra relativamente cerca de Canarias. Por eso es importante hacer esta vigilancia y reforzarla. Este insecto se encuentra en Madeira, en Cabo Verde y hace dos años se encontró en Senegal. De alguna forma, Canarias es una encrucijada entre estos lugares y es necesario hacer esa vigilancia. Esos insectos, aparte de que originan muchas molestias por sus picaduras y son muy agresivos, tienen el riesgo de que podrían transmitir algunas enfermedades importantes porque se han adaptado a vivir dentro de las ciudades.
“Ahora, con esta facilidad que tenemos para desplazarnos de un punto a otro del planeta en cuestión de horas, podemos irnos con toda tranquilidad e ilusión a hacer turismo a un sitio tropical, nos pica algún mosquito infectado de estas enfermedades, regresar en un momento de incubación de la enfermedad y luego nos enfermamos cuando ya estamos aquí. Si coincide que vivimos en un sitio donde se encuentra el mosquito, no deja de ser un riesgo para la población donde se encuentre esa persona; y en algunos casos, si hay muchos mosquitos, se puede propagar en grandes zonas y entonces originar un problema importante”.
-Los contagios producen enfermedades, que en algunos casos pueden ser mortales.
-Hombre, depende de las enfermedades. El zika, el dengue o el chikungunya no son mortales. De hecho, con el zika entre el 40% o el 60% de las personas que padecen la enfermedad no tienen síntomas, no saben que se han contagiado. El problema está sobre todo en algunas mujeres embarazadas, en las que aparecen malformaciones del feto, además del síndrome neurodegenerativo que pueden padecer unas pocas personas. En el dengue, en algunas personas que han pasado la enfermedad y son infectadas por una segunda variedad del virus pueden darse casos graves y a veces muertes. La fiebre amarilla sí es grave, pero tenemos vacunas muy eficaces.
“En la mayoría de las ocasiones estas enfermedades no son realmente graves pero sí que tienen una trascendencia mediática muy grande. Por ejemplo, hay que fijarse todo lo que se montó con el zika en Brasil y los Juegos Olímpicos, el dinero que se invirtió en controlar los mosquitos en la ciudad”.
“Hace años también tuvo mucho impacto mediático una enfermedad transmitida por mosquitos que apareció en Estados Unidos, la fiebre del Oeste del Nilo, que incluso fumigaban el Central Park de Nueva York con aviones durante el día. Lo que no está indicado sanitariamente hablando. Porque hubo varias personas que murieron y se estaban muriendo las aves. Nueva York vive en buena medida del turismo y por aquello disminuyó más de la mitad de visitantes”.
“Cuando en Madeira apareció el dengue tuvo un importante impacto sobre el turismo durante dos o tres años. Es importante intentar saber lo que tenemos para poner a tiempo las herramientas y evitar que ocurra cualquier cosa grave”.
-¿Canarias tiene firmado algún convenio o protocolo para controlar posibles plagas?
-Se ha firmado un convenio de colaboración entre el Gobierno de Canarias y el Gobierno estatal en la vigilancia de mosquitos invasores en las islas. El Ministerio de Sanidad tuvo la iniciativa porque España firmó un protocolo internacional de salud y eso le comprometía a hacer vigilancia en los puertos y aeropuertos y puntos de entrada de vectores por el Reglamento Sanitario Internacional. Todo esto motivó que se empezara a trabajar en vigilancia en España y desde el primer momento nos fijamos en Canarias. Entonces hubo una colaboración muy estrecha con Sanidad para poder establecer esta vigilancia en las Islas Canarias.
-¿Los canarios podemos estar relativamente tranquilos o no se puede prevenir del todo?
-Al cien por cien va a ser muy difícil pero al menos estamos creando un sistema de vigilancia que nos permita detectar en una fase temprana si ha entrado alguno de estos mosquitos. De tal manera de que, si somos capaces de detectarlo en una fase inicial, podemos intentar controlarlo, y si no se pudiera controlar, al menos limitar sus poblaciones a unos niveles que impidan que se transmita la enfermedad.
-¿Es fácil que se transmita?
-Para que se pueda transmitir una enfermedad hace falta que haya una población de mosquitos elevada porque no todos los mosquitos pican a una persona que pueda estar enferma. Si chupan sangre e ingieren el patógeno o el virus, no todos son capaces de transmitir la enfermedad. En biología no hay ni una certeza al cien por cien. Y en estos temas, menos todavía.
“La estrategia es evitar que entre. Si lo descubrimos de una forma inicial, hay que intentar controlarlo y por eso está la vigilancia en los sitios donde puede entrar. Y si por un casual no lo hemos podido detectar inicialmente y ha aparecido en algún sitio, entonces tenemos que tener las herramientas para disminuir la población de estos mosquitos y evitar que puedan transmitir enfermedades, aunque se queden con nosotros”.
“Si hay muy pocos mosquitos va a ser imposible que puedan transmitir enfermedades, pero si hay muchos ya es otra cosa. En los países tropicales, si los mosquitos son muy abundantes, en los sitios a los que va el turista es fácil que se pueda transmitir una enfermedad. Si hay pocos es imposible que se pueda transmitir”.
-En los países tropicales hay muchos contagios e infecciones.
-Puede haber alguna enfermedad mortal, pero normalmente es porque había alguna otra causa y esto les ha agravado cualquier otra patología, generalmente hay una inmunodepresión, o con algún problema que agudiza otro proceso y se puede en ocasiones morir por eso.
“Hay una enfermedad que tuvimos en España en el siglo XIX, que es la fiebre amarilla, que originaba muertes y que ha reaparecido en algunos sitios de África y de América. Pero en este caso tenemos la ventaja de que ahora hay vacunas. Lo que pasa es que ha aparecido en sitios donde la gente no estaba vacunada y entonces se han producido algunas muertes, pero se ha cortado cuando se empezó a vacunar a las personas. Si se detecta en una fase inicial, se puede vacunar y también combatir al vector. La enfermedad la limitas y controlas, y no se puede diseminar”.
“Se calcula que más de la mitad de la población del planeta está en zonas donde pueda haber dengue. En Brasil se registraban del orden de 300.000 a 500.000 casos de dengue anuales. La enfermedad es una especie de gripe. Muchas personas ni lo detectan, se encuentran algo débiles y poco más. Las que lo tienen aparecen con fiebre, molestias en los ojos y erupciones en la piel.
“En Italia hubo un brote de chikungunya, que no es una enfermedad mortal, pero se fija en las articulaciones y te produce dolores. Hay personas que arrastran esa molestias durante varios años. Es una especie de gripe en la que te duelen todos los huesos, como hemos comentado sobre todo a nivel de las articulaciones, en los hombros, las muñecas, las rodillas, etc. pero quitando algún caso puntual la gente desarrolla una vida normal.
“En España no ha habido brotes de dengue o chikungunya, pero sí en Francia e Italia. Hace años, hubo un brote en Italia que afectó a 280 personas, pero porque no supieron identificarlo inicialmente y cuando lo hicieron se había extendido. Sabiendo que el virus está en sangre durante una semana, hay que evitar durante ese tiempo salir el exterior de las casas y que te piquen los mosquitos, y si tienen que hacerlo se debe poner un repelente. Simultáneamente, se hacen tratamientos insecticidas alrededor de donde viven los casos diagnosticados, y de esa manera se corta la transmisión.
“En Francia ha habido dos pequeños brotes de dengue estos años atrás en la costa del Mediterráneo, uno de dos personas y otro de tres. Siempre en zonas muy limitadas y en las dos ocasiones se controló bien. En la zona de Marsella hubo un brote de chikungunya que afectó a doce personas, pero en una urbanización, un sitio restringido. Cuando lo identificaron se tomaron las medidas con los protocolos establecidos y se cortó”.
“Esa es la ventaja que hay en nuestros países, que en los lugares donde cría son menos numerosos. En realidad, estas son enfermedades de la pobreza. No son propiamente enfermedades tropicales. La fiebre amarilla la hemos pasado hasta en Barcelona y Sevilla. Incluso Isabel II tuvo el dengue y en su momento de encontró por gran parte de España”.
“Los mosquitos que transmiten estas enfermedades crían dentro de las ciudades. En aquellos tiempos el problema que había era una falta de higiene y de sanidad. En la España de los siglos XVIII y XIX no había agua corriente en la mayoría de las casas, y tampoco había evacuación de residuos, nadie recogía las basuras, y por eso era muy fácil que hubiera cantidad de mosquitos. Necesitan para criar pequeños recipientes, ya sea dentro de las casas donde se almacenaba agua para beber o cocinar, o en la basura, en aguas residuales, siempre en ambientes urbanos. Hoy día en las casas hay buenos servicios sanitarios, no hay que almacenar agua y hay evacuación de residuos y recogida diaria de basuras. Ahora, en cambio, tenemos piscinas y macetas, bebederos para el perro, baños para los pájaros, etc. De ahí viene el problema. O en las calles, con las alcantarillas y los imbornales”.
“En Brasil se montó un revuelo en las Olimpiadas porque decían que iban a ir atletas de todo el mundo y la enfermedad del zika se iba a extender a todos los países. Pero no era creíble que donde iba a ir Pau Gasol y nuestros atletas y la gente de élite del mundo fuera a haber un puñetero mosquito tigre. Ni de coña podía haber nada. Lo podrían coger, una vez acabadas las olimpiadas, en las zonas de turismo, favelas y donde hay marcha. Allí sí lo podrían coger pero no en la zona rica, donde no hay ningún mosquito. El zika no lo coge el rico que vive en su casa con aire acondicionado, sino el pobre de las favelas porque allí no tienen agua corriente y sus necesidades las tiran a la calle. O amontonan botellas y latas”.
“En nuestras ciudades va a ser muy difícil que ocurra lo que pasa en los países del tercer mundo o en vías de desarrollo. En Francia ha habido pequeños focos muy localizados pero enseguida se controlaron. Nuestro sistema de salud es muy bueno y enseguida se detectaría y hay protocolos para poder tratarlo, de modo que nunca llegaría a pasar lo que estamos viendo en estos países.
-Cada cierto tiempo se crea una alarma social y mediática que a su vez genera una psicosis. Eso pasó con el zika.
-Los efectos del virus zika son importantes sobre todo en mujeres embarazadas por las malformaciones que pueden originar en los fetos. Yo veía las imágenes y me quedaba impactado. Entiendo que se creara una alarma importante. Ahora sabemos que también se transmite por vía sexual. Lo que hay que hacer es usar preservativos. El mosquito se ocupa de diseminarlo y concentrarlo.
-Hay mosquitos más agresivos que generan más alerta.
-A veces llamamos mosquito a cualquier insecto pequeño que chupa sangre y no todos son mosquitos. Es importante para entender la transmisión de ciertas enfermedades porque los lugares donde crían son distintos y en muchas ocasiones, sobre todo con lo que llamamos mosquito en general, la lucha no va a ser frente a los adultos sino a las formas inmaduras, que es más eficaz.
“Hay muchos insectos que se mueven hasta 20 ó 30 kilómetros del lugar donde crían. Entonces conviene tener una idea de dónde están esos lugares porque si un día aparece un problema es más sencillo buscar los lugares donde crían, que están en sitios muy concretos y localizados, que empezar a fumigar en el exterior, donde no solo eliminas al mosquito, sino a otros artrópodos como mariposas, escarabajos, abejas, a vertebrados como las aves, incluso puede afectar a persona alérgicas o con problemas de asma.
-¿Los insectos se reproducen de manera rápida y masiva?
-Depende de si disponen de alimento y, sobre todo, si la temperatura es elevada. La temperatura ayuda mucho.
-¿Cómo incide el cambio climático en estos insectos?
-Influye muchísimo por muchas cosas. Primero, son animales de sangre fría, por lo cual se diferencian de un perro o de una vaca o de nosotros mismos, que somos de sangre caliente. Nuestra alimentación y nuestro metabolismo nos permite tener siempre una misma temperatura y siempre tenemos la misma actividad. Los artrópodos no pueden. Su tipo de alimentación y su metabolismo no les permite eso, y entonces su temperatura depende de la temperatura del medio ambiente. Si la temperatura es muy alta, su metabolismo funciona bien y se pueden mover, volar, chupar sangre, hacer la digestión. Pero si la temperatura es baja apenas tienen actividad, no tienen esa facilidad. Por eso en invierno los adultos de muchas especies desaparecen, sobreviviendo en estado de hibernación en forma de huevos o larvas.
“El cambio climático esta originando un aumento de temperaturas medias anuales, sobre todo las invernales. Esto hace que los inviernos sean cada vez más cálidos favoreciendo la supervivencia de los vectores. Lo que estamos detectando con los sistemas de vigilancia es que la presencia de muchos de estos insectos se ha alargado hasta diciembre e incluso hasta enero”.
“Como empiezan a aumentar las temperaturas antes, comienzan a adelantar su actividad. Y lo que estamos consiguiendo con el cambio climático es que se ha ampliado el período de actividad de estos insectos, con lo cual se ha alargado el período de poder transmitir estas enfermedades, y han empezado a colonizar algunas zonas, sobre todo en el norte de España o en las zonas de montaña donde antes no estaban porque cuando llegaba el frío en invierno los mataba”.
-¿Qué debe hacer el mosquito para transmitir una enfermedad?
-Para que puedan transmitir una enfermedad tienen que chupar sangre por los menos dos o tres veces. Si la temperatura es baja necesitan chupar sangre al menos tres veces. En la primera ingieren el patógeno, en la segunda lo puedes transmitir si la temperatura es alta, pero si la temperatura es baja como también el patógeno necesita una cierta temperatura para multiplicarse, entonces necesita hacer una tercera ingestión de sangre para poder transmitirla.
“En las zonas de montaña antes no tenían tiempo para transmitir enfermedades, pero ahora sí. Por ejemplo, en el Pirineo ahora hay unas enfermedades, por ejemplo la leishmaniosis, que antes no había, lo que es achacable al cambio climático. Antes los vectores tenían periodos de actividad cortos, volaban dos o tres semanas y no les daba tiempo para transmitir el parásito, pero ahora se ha alargado su actividad a mes y medio o dos meses, por lo que ya tienen capacidad de transmitirlo. El norte de España, y también de Europa, están siendo colonizados por vectores que antes no llegaban a esas regiones”.
“El cambio climático les está ayudando a aumentar el período de actividad y por lo tanto a transmitir enfermedades, y por el otro les permite ocupar zonas que antiguamente no podían por la climatología adversa”.
-¿Los insectos en Canarias son diferentes a la Península?
-En dípteros Canarias tiene algunas especies que son exclusivas de las islas, pero hay otras que se encuentran también en África. Hay especies curiosas de Canarias y Madeira y otras se encuentran en la Península, Canarias y África. Hay de todo.
-¿Alguna de esas especies que hay en Canarias es especialmente peligrosa?
-Algunas de ellas, como los mosquitos del género anofeles, transmitían la malaria y en una otras épocas hubo malaria en Canarias, por ejemplo entre otros sitios en La Laguna, en Tenerife. Lo que pasa es que ahora han cambiado todas estas zonas donde hace tiempo hubo enfermedades y ahora los vectores están muy localizados y han cambiado sustancialmente también las condiciones sanitarias de las ciudades. Hay algunos mosquitos en Canarias que podrían transmitir alguna enfermedad, pero ninguno es en el momento actual especialmente peligroso.
-¿Hay personas que son más propensas a que le piquen los mosquitos que otras?
-Sí, es verdad. Algunos dicen que es por el tipo de sangre pero no está demostrado. Se piensa que es un problema sobre todo de la microbiota (bacterias y hongos) que se desarrolla en la piel. Parece que esta sensibilidad a desarrollar determinados gérmenes se puede incluso transmitir genéticamente. Y también son atraídos por nuestra respiración. Se ha demostrado que les pican más a los que toman alcohol, pero eso puede ser por la sudoración.
-Solo pica la hembra.
-Sí, solo. En mosquitos y en otros dípteros solo pica la hembra. En garrapatas, tanto el macho como la hembra, y en pulgas y piojos también pican todos. Machos y hembras de los mosquitos chupan azúcares de plantas y néctares de flores, y eso les da energía para vivir y volar. Pero la hembra necesita sangre para madurar los huevos. De esa manera ponen más huevos al tomar un alimento tan energético. Eso les permite tener puestas de hasta cien huevos. Las garrapatas pueden poner 2.000 ó 3.000 huevos gracias a la ingesta de la sangre.
-¿La vida de estos insectos es muy corta?
-Depende de la temperatura. Nosotros tenemos un metabolismo que nos permite tener una temperatura siempre igual. Los artrópodos (garrapatas, mosquitos, pulgas…) son animales de sangre fría y su actividad depende de la temperatura del ambiente. Un mosquito normal, con una temperatura de 30 grados, vive dos o tres semanas. Sin embargo, cuando la temperatura disminuye, el metabolismo del insecto también disminuye y envejece de una forma más lenta, lo que le permite vivir incluso meses.