El 10 por ciento de las clínicas veterinarias cerró en 2015
El 10 por ciento de las clínicas veterinarias cerró a lo largo de 2015 y una de cada cuatro se encuentran en números rojos. Según afirma Jesús Gutiérrez, presidente de la Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios (Aemave), “salvo la construcción, ningún sector sufre la situación económica como nosotros”.
Las cifras, según recoge el diario La Opinión de Málaga, son a nivel nacional pero Gutiérrez indicó que los datos son extrapolables a Málaga. Una profesión reconocida a nivel legislativo como sanitaria pero que en la práctica no goza de las mismas condiciones que el resto de compañeros. “En la tabla de salario bruto de las distintas profesiones de España, las actividades veterinarias están en la quinta posición por la cola con 997 euros en bruto”, indicó. El salario bruto de los profesionales destinados a las actividades sanitarias asciende a 2.133 euros. A pesar del empleo precario que se genera, cada año salen de las facultades mil veterinarios nuevos y los datos indican que la mitad se dedicarán a la clínica de pequeños animales basadas en el autoempleo.
En una información que firma Melanie Soler, el presidente de Aemave detalla que para que se dignifique la profesión sería necesario, en primer lugar, que la sociedad actúe y reconozca que son una profesión sanitaria. “Un ejemplo claro es que las profesiones sanitarias tienen un IVA exento y el ejercicio veterinario ha pasado de un IVA reducido del 8 al 21 por ciento”, expresó. Las consecuencias de esta subida recaen sobre el cliente, que ha dejado de invertir en su animal ante los precios. “Han dejado de poner tratamientos de enfermedades que son de transmisión humana como puede ser la leishmaniasis, la hidatidosis o la rabia”, sentenció.
Además, indicó que los 16 millones de euros recaudados al subir el IVA es una cantidad inferior al gasto que ha supuesto el abandono de animales, por no poder mantenerlos, y la inversión que han realizado las instituciones para sacarlos de la calle.
Acabar con la competencia desleal y el intrusismo es otro de los factores que afecta de lleno al sector. La proliferación de las clínicas low cost y sus consultas gratuitas hacen un flaco favor al resto de clínicas. “No se puede vivir sin cobrar por el trabajo que se presta, es un menosprecio al trabajo del veterinario”, añadió Gutiérrez. Y es que las consultas suponen el grueso de las ganancias de estos profesionales, un servicio que se mueve entre los 25 y 40 euros, ó 60 euros si se trata de alguna especialidad, según Aemave.
Otro de los puntos para igualar la atención veterinaria en Andalucía con respecto al resto del país es que permita utilizar los medicamentos de uso humano. Su uso se restringe a 13 medicamentos concretos y en algunos casos, como posibles alergias a vacunas, son necesarios otros no incluidos para evitar la muerte del animal.