El paraninfo Gordón Ordás de la Universidad de León acogió ayer la entrega de una placa conmemorativa de la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León a la Guardia Civil, una distinción que resalta su importante labor en ámbitos muy ligados a la profesión veterinaria, ya sean el Seprona, el servicio cinológico centrado en el adiestramiento de perros para funciones de seguridad y el escuadrón de caballería, tanto en tareas de patrulla como de rendición de honores.

El catedrático Elías Rodríguez Ferri, presidente de la Academia, se refirió a la motivación para otorgar este reconocimiento a la Benemérita, “que proviene de la sociedad en general y de los veterinarios en particular, para destacar su papel de velar por protección y la seguridad de los ciudadanos”, y recordó que desde febrero de 2020 la Academia tenía aprobada la concesión por unanimidad de este título. “Hoy, de alguna manera, reforzamos ese gran vínculo entre la sociedad española y la Guardia Civil”, apostilló Ferri.

“Cualquier actividad de cualquier profesión, por el papel que les confiere la Constitución, tiene detrás a la Guardia Civil”, exponía el presidente de los académicos, quien recordaba el papel del instituto armado en actuaciones en delitos de maltrato animal, control del tráfico de especies salvajes en peligro, de animales sin vacunar o de los medicamentos veterinarios y la inspección de establecimientos, relacionadas con la profesión.

Las distinciones fueron recogidas por el general de brigada Luis Antonio del Castillo Ruano, jefe de la XII Zona de la Guardia Civil (Castilla y León), y por el teniente coronel Julio Andrés Gutiérrez, de la Comandancia de León, en un emotivo acto que contó con la presencia del presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo Sáez.