Veterinarios de Castilla y León se forman en el uso optimizado de antimicrobianos en rumiantes
Dieciocho veterinarios de Valladolid, Palencia, Zamora y Soria han seguido esta semana la jornada de optimización sobre el uso de antimicrobianos en rumiantes organizada por el Colegio de Veterinarios de Valladolid, con el apoyo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y la Junta de Castilla y León, para mejorar la formación de los profesionales en el empleo correcto de los antibióticos en sanidad pecuaria como actuación calve con el fin de atajar el grave problema de salud pública que representan la resistencia a las infecciones.
Cristiana Teixeira Justo, de la Unidad de Coordinación del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos, de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitario (AEMPS), contextualizó la importancia de los antimicrobianos para nuestro bienestar y las graves consecuencias del crecimiento de las resistencias, un fenómeno al que ya se denomina “pandemia silenciosa”, por sus graves consecuencias sobre la salud pública global del siglo.
La ponente subrayó la puesta en marcha, en 2014, del citado Plan, en consonancia con lo ocurrido en otros países, su enfoque “Una Salud”, sus seis líneas de trabajo y sus actuaciones de futuro en la revisión a partir de 2022. Además, valoró de forma positiva por su utilidad la progresiva extensión de los programas de reducción en sanidad animal, la disponibilidad de una nueva guía digital de terapéutica veterinaria antimicrobiana o el Proyecto de Vigilancia de Bacterias Patógenas Clínicas en sanidad animal.
Dosis, vía de administración, frecuencia y duración
Por su parte, Arturo Anadón Navarro, catedrático del Departamento de Toxicología y Farmacología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, abordó los aspectos básicos para el éxito la terapia antimicrobiana: la clasificación de los antibióticos y sus sinergias y agonismos, los índices de farmacocinética y el de farmacodinámica, así como la necesidad de precisar la dosis, vía de administración, frecuencia y duración de cada tratamiento.
El también presidente de la RACVE desgranó las opciones de elección frente a las patologías infecciosas más frecuentes en bovinos, en ovinos y en caprinos, según las diferencias fisiológicas de cada especie y, por lo tanto, la necesidad de la especificidad en su tratamiento y en las particularidades que debe considerarse. También prestó atención a la prescripción excepcional, la cascada terapéutica o el tiempo de espera.
Finalmente, Inés Moreno Gil, jefe de Área de la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad, de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria del MAPA, dio a conocer las orientaciones en las que trabaja su departamento en dos materias de incuestionable interés y actualidad para el veterinario clínico.
Medidas preventivas y veterinario de explotación
Por un lado, el futuro real decreto de medicamento veterinario, enmarcado en el contexto de la nueva normativa europea de medicamentos veterinarios, que entrará en vigor en enero de 2022, y en el marco de la normativa de resistencia a los antibióticos, que pretende limitar su uso. Este escenario determinará una especial orientación hacia las medidas preventivas, que hagan innecesario el empleo de los antibióticos.
Por otro lado, presentó las líneas generales del futuro real decreto que regulará la figura “veterinario de explotación”, imprescindible para el adecuado cumplimiento de las medidas del futuro decreto de medicamento. Además, expuso datos de usosde antibióticos tras 2 años de la implantación de Presvet.
Los tres ponentes coincidieron en señalar importancia de las medidas preventivas (bioseguridad, vacunas, higiene, cuarentena…) para evitar las enfermedades infecciosas, del papel central del veterinario clínico como único profesional que puede prescribir antimicrobianos en sanidad animal y su trascendencia para la producción primaria, la salud pública, el medio ambiente, y de su impacto económico.
En definitiva, el uso prudente y responsable de los antimicrobianos (tan poco como sea posible, tanto como sea necesario) permitirá conservar su eficacia terapéutica y minimizar la indeseada resistencia, en el que el veterinario ocupa un lugar destacado, tal como establece la estrategia Una Salud.