Cerca de 130 colegiados siguieron en formato online la jornada taurina organizada por el Colegio de Veterinarios de Valladolid, que ha contado con dos ponencias a cargo de expertos, y en cuyo acto de bienvenida el presidente, Rufino Álamo Sanz, subrayó la importancia de la especialización en este ámbito, en el que vigila aspectos relacionados con el bienestar y la sanidad animal y el propio desarrollo del espectáculo, para asegurar el cumplimiento de la normativa.

Durante la temporada 2021, la provincia de Valladolid ha contabilizado un total de 106 festejos, de los que 69 están calificados como populares –cortes y encierros en su mayoría-, mientras que se celebraron 7 corridas de toros, 9 novilladas y 9 de rejones. Una cifra muy superior a los 9 festejos del año pasado, con numerosas restricciones de aforos y público a causa de la pandemia, pero aún muy lejana de los 750 espectáculos de 2019.

“Por su cualificación en diferentes materias, el veterinario posee el perfil técnico independiente necesario para el desarrollo del espectáculo taurino. Es garante de la idoneidad zootécnica de los animales, de su situación sanitaria, asesora al presidente durante el desarrollo de la lidia y es el único profesional sanitario habilitado para dictaminar la aptitud para el consumo de las canales tras la muerte”, explicó Álamo.

La primera ponencia corrió a cargo de Agustín Fernández de Sanmamed Tomé, del Servicio de Seguridad y Espectáculos Públicos de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León, quien efectuó un minucioso repaso de la normativa de espectáculos taurinos de esta Comunidad, prestando especial atención a las incidencias que pueden producirse durante su desarrollo. El especialista, además, se mostró partidario de revisar la norma siempre que sea necesario y tratar de unificar las distintas reglamentaciones.

Seguimiento completo

Por otro lado, Juan Arnaiz, responsable de la comisión taurina del Colegio, centró su intervención en las atribuciones del veterinario especializados en materia taurina, que ejerce un seguimiento muy completo del animal: identificación y documentación de origen, transporte, aptitud zootécnica, estado sanitario, bienestar animal y maltrato, observación de la norma durante el festejo como asesor y revisión de las canales de carne, una vez sacrificado, para garantizar su inocuidad para el consumo en términos de seguridad alimentaria.

Al acabar la conferencia se suscitaron varias preguntas de los asistentes inscritos, que ambos ponentes trataron de responder, coincidiendo en subrayar las funciones de inspección del veterinario antes, durante y después del festejo para asegurar el cumplimiento de lo estipulado, sobre todo en lo referente a bienestar animal.

La actividad ha sido realizada a propuesta de la comisión taurina que viene trabajando para facilitar la participación de todos los veterinarios interesados mejorando su especialización. A finales de 2020, la comisión revisó y actualizó el Protocolo de intervención de los veterinarios en espectáculos taurinos, que ha facilitado, a pesar de las incidencias ocasionadas por la pandemia.