Un centenar de participantes en las VIII Jornadas de Tauronaria 2016

COLEGIO DE ZARAGOZA

Un centenar de participantes en las VIII Jornadas de Tauronaria 2016

TAURONARIA COLEGIO ZARAGOZA
De izquierda a derecha, Marian Ramo, Jesús García López, Manuel Gascón, Ricardo Loriente, Miguel Ángel Pereira, Fernando Carreras y Gonzalo Muzas.
TAURONARIA COLEGIO ZARAGOZA

Un centenar de veterinarios, estudiantes, ganaderos y gentes del mundo del toro participó los días 7, 8 y 9 de abril en las VIII Jornadas de Tauronaria 2016, celebradas en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, valoradas con 0,5 créditos ECTS y puntuables en el baremo de espectáculos taurinos por los Colegios de Veterinarios de Huesca, Teruel y Zaragoza.

La inauguración de las jornadas corrió a cargo Miguel Ángel Pereira, presidente de Tauronaria; Ricardo Loriente, miembro del comité organizador y profesor de la Facultad de Veterinaria; y Gonzalo Muzas, de la empresa Eurogan, quienes dejaron patente la importancia del encuentro para formar y reciclar a los distintos colectivos implicados en el mundo del toro.

Posteriormente tomaron la palabra Manuel Gascón, decano de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza; Marian Ramo, vocal del Colegio de Veterinarios de Teruel; Fernando Carrera, presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca; y Jesús García López, presidente del Colegio de Veterinarios de Zaragoza. Todos ellos destacaron la importancia del toro de lidia en su estado puro y las funciones de los veterinarios especialistas en este sector. En palabras de Jesús García López, la importancia del toro de lidia viene reconocida por disponer de un “marco normativo legal propio” desde su nacimiento en la dehesa hasta su muerte en la plaza, y de otro no menos importante como es “su supervisión y control”, que requiere de la intervención de los veterinarios especialistas en espectáculos taurinos por su alto grado de formación técnica y científica.

Durante dos días, los asistentes debatieron sobre el toro de lidia y las actuaciones de los veterinarios especialistas en el ámbito taurino. Temas tan importantes como las razas de lidia estudiadas en los Grados de las distintas Facultades de Veterinaria españolas, la normativa actualizada a nivel nacional y de la Comunidad Autónoma de Aragón, la identificación de los animales, el reconocimiento del cuerno por el método termográfico, las técnicas utilizadas en la detección del afeitado, el estudio sobre la dureza de los cuernos con y sin fundas, los cursos de formación continuada para estudiantes y técnicos presentados por la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (ANEMBE), etc., fueron objeto de las distintas ponencias tratadas en las jornadas y en los foros de debate de las distintas mesas redondas programadas al efecto.

Para culminar las jornadas, los asistentes giraron una visita a las instalaciones de las Ganaderías de los Maños, en Figueruelas (Zaragoza), y de Toropasión, en Alfaro (La Rioja), donde los responsables de dichas ganaderías explicaron ¨in situ¨ las características de las mismas y los tipos de encastes que crían.

Las Jornadas concluyeron con la realización de un examen de conocimientos adquiridos en las mismas y un almuerzo campero celebrada en las instalaciones de la ganadería de Toropasión, en Alfaro (La Rioja).

 

TAURONARIAJuan José Crusells y José María Escobedo.

 

LA VISIÓN DEL TORO DE LIDIA

Dos compañeros veterinarios de la Comisión Taurina del Colegio de Veterinarios de Zaragoza, Juan José Crusells y José María Escobedo, éste último además veterinario de la plaza de toros de Zaragoza, intervinieron en el programa “En ruta con la Ciencia”, de Aragón Televisión, en el que plasmaron su visión del toro de lidia en la plaza y su “supuesta” predisposición especial por el color rojo.

En palabras de Juanjo Crusells, “aunque apenas se ha estudiado cómo funciona el sistema visual de los bovinos en general, existen algunos estudios de comportamiento que concluyen que en el caso del toro no hay nada que indique una predisposición especial por el color rojo, sino que el animal se siente más atraído por el movimiento del engaño que por el color rojo del mismo”.

En base a los estudios realizados por el doctor Juan Manuel Bueno, miembro del Laboratorio de Óptica y director del Departamento de Física de la Universidad de Murcia (UMU), y del profesor Martín Roldán, catedrático de Anatomía de la Universidad de Madrid, la posición lateral de los ojos tiene como consecuencia que el campo visual de cada ojo individual sea de unos 110 a 115 grados (180 grados es un plano), y que la combinación de ambos da lugar a un cono central de tan sólo 20 grados de visión binocular, cuyo vértice está a una distancia nada despreciable del hocico del animal. Podría decirse que, como consecuencia del entrecruzamiento de los ángulos de visión, queda una zona de forma cónica y de base frontal existente inmediatamente delante del animal que sería de ceguera casi absoluta.

Los tertulianos expusieron que, en base a ello, si un torero se coloca a una cierta distancia de la cara del animal, éste no lo ve. Y si se mueve delante de su cara, lo hace en esa zona de exclusión visual (ángulo muerto) y hasta que no le muestre la muleta y salga el torero de esa zona el toro no vería nada.

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