La OCV impulsa nuevos proyectos para alcanzar la excelencia profesional
La asamblea general de presidentes del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, reunida por videoconferencia ayer, aprobó el presupuesto para el año 2021 por con tan solo un voto en contra y dos abstenciones, unas cuentas que gozan de “buena salud” gracias a la gestión de nuestros antecesores, según explicó el presidente, Luis Alberto Calvo Sáez, quien resaltó que son la base para “reforzar la inversión en nuevos proyectos y en formación con el fin de alcanzar la excelencia profesional”.
“Son una cifras sensatas, muy similares a las del ejercicio pasado, que nos proponemos cumplir como base de la estabilidad, fortaleza e independencia de nuestra profesión, a pesar de una situación muy delicada por la pandemia”, señaló el presidente, quien tuvo un recuerdo para los miles de personas fallecidas como consecuencia del coronavirus, incluidos los compañeros que faltan en un año “tan agitado y singular”, al tiempo que agradeció la labor desarrollada por los veterinarios españoles y el personal del Consejo.
El presupuesto de 2021, que contempla unos ingresos de 4.066.000 euros, se encuentra alineado con la estrategia de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), explicó Héctor Palatsi, consejero y vocal de asuntos económicos. Destaca por ser “equilibrado, social y marcadamente técnico, sin olvidar otros rasgos como su carácter transparente y participativo, pues en este último aspecto ha habido consultas con todos los consejeros de áreas operativas y se han analizado quince propuestas de cinco colegios”.
Plataforma de enseñanza
Entre los objetivos general para el nuevo ejercicio, es preciso citar la potenciación de la formación continuada por parte de la OCV, con la incorporación de personal a este departamento y la puesta en marcha de una plataforma de enseñanza, en consonancia con las demandas de colegiados que quieren actualizar sus conocimientos en diferentes vertientes de la profesión. De hecho, durante el año 2020, cerca de 8.000 veterinarios siguieron los cursos y seminarios impartidos, lo que supone más del doble que en 2019.
Otros objetivos son:
- Desarrollo de especialidades.
- Mejora de la imagen corporativa de la OCV y de la profesión.
- Actualización tecnológica y digitalización de la gestión.
- Promoción de la unidad de los veterinarios.
- Reanudación progresiva de congresos, conferencias y otros encuentros profesionales.
- Competencias propias.
El presidente también mencionó la participación activa de la OCV en el grupo de profesiones sanitarias, junto a médicos, farmacéuticos, dentistas, enfermeros, ópticos, logopedas, podólogos y fisioterapeutas, “que posee cada vez una mayor representación al sumar cerca de un millón de titulados y va calando entre la clase política”, la mejora de la comunicación efectuada en los últimos meses y la necesidad de trabajar juntos para hacer realidad los valores de la veterinaria en la Agenda 2030, en consonancia con los principios del desarrollo sostenible.
Entre los temas planteados por los presidentes en diferentes turnos de intervención hay que mencionar la posibilidad de ofertar atención psicológica, mejorar la cobertura de seguros, continuar liderando la lucha contra el intrusismo –tras el reciente dictamen del Consejo de Estado que establece las competencias exclusivas de los veterinarios en salud animal frente a los fisioterapeutas- y la aptitud de los profesionales en materia de salud pública que no se reconoce, para evitar el trato injusto frente a otras titulaciones.
Reforma estatutaria
El secretario general la OCV, Rufino Rivero, respondió a algunos presidentes que se interesaron por el estado de la reforma de los estatutos, un asunto de vital trascendencia “cuya marcha se está viendo condicionada por la situación de pandemia, aunque es muy posible que a lo largo de 2021 puedan presentarse”.
Ya se trabaja en un primer documento a modo de borrador, sobre el cual habrán de introducirse las oportunas modificaciones “para corregir ciertas disfunciones en la vida diaria del Consejo”. Antes de ser aprobado en asamblea general, como establece el cauce reglamentario, el texto será remitido a todos los colegios para su consulta y presentación de propuestas.
Injurias en redes sociales
Juan José Jiménez, asesor jurídico del Consejo General, expuso ante los presidentes las líneas básicas del informe elaborado ante la proliferación en redes sociales de ataques personales a algunos veterinarios, por parte de clientes descontentos con su labor.
El letrado aclaró que, según la jurisprudencia existente, al entrar en colisión el derecho al honor y a la propia imagen con el de libertad de expresión, “tiene que haber una descalificación injuriosa para que se considere una intromisión en el honor”, y la hipotética acción judicial debe promoverla el afrentado, no los colegios, ya sea por vía civil o penal. “El informe puede servir de guía para este tipo de casos, que no son a menudo comportamientos punibles”, concluyó.