El seminario sobre colonias felinas constata el peligro para la salud pública que supone su falta de control
“Mantener colonias de gatos enfermos en la calle es una forma de maltrato y juega en contra de su bienestar. Las administraciones, con competencias en el control de estos animales, no cuentan con las herramientas legales que les permita destinar recursos a su vigilancia y control”. Así se expresó el veterinario Juan Carlos Ortiz, presidente de la Asociación de Veterinarios Municipales (AVEM), en el seminario online sobre colonias felinas urbanas promovido por la Organización Colegial Veterinaria (OCV), en el que alertó del peligro que representan para la salud pública.
El ponente señaló que el 80% de los ayuntamientos españoles de más de 20.000 habitantes (324 de 405) no tienen un inspector veterinario municipal, a pesar de que las competencias sobre el control de los animales de compañía y recogida de animales abandonados recaen sobre los consistorios. Una situación grave que supone “una bomba de relojería porque carecen de medios humanos y materiales para atender una emergencia epidemiológica que obligara a retirar y controlar los gatos de la vía pública”.
Ante más de 500 colegiados, Ortiz precisó que cada colonia debe estar “vigilada, controlada y delimitada” para asegurar el éxito de la gestión y su supervivencia. Tanto la gestión como los protocolos asociados de salud animal, salud pública, bienestar animal e impacto ambiental en la biodiversidad, “han de estar elaborados, dirigidos y supervisados exclusivamente los profesionales veterinarios”.
Vigilancia epidemiológica
Según explicó el especialista, consejero técnico del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, la Salud pública cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológico pensado para detectar de forma temprana brotes de distintas enfermedades conocidas y emergentes/reemergentes.
Existe una amplia normativa sobre planes de erradicación de enfermedades animales, muchas de ellas zoonósicas y/o epizoóticas, “pero la falta de regulación, y de recursos para implementar medidas de control, está poniendo en riesgo la salud pública/animal, medioambiente y la convivencia ciudadana”, concluyó.